domingo, 8 de febrero de 2009

Saludos compañeros. Existen algunas profesiones para las que es esencial el saber comunicarse con los demás, y una de ellas es la de maestro. El pedagogo es evidentemente un profesional de la comunicación. Muchos de los atributos de la maestría pedagógica se refieren a habilidades para la comunicación.

La comunicación será adecuada cuando hay un intercambio franco, abierto, desprejuiciado, sin temas prohibidos, donde expresen libremente los sentimientos, se permita desarrollar la confianza necesaria, el respeto mutuo, la aceptación de si mismo y la colaboración entre todos los miembros del grupo

Las tendencias pedagógicas contemporáneas que han estado basadas en las corrientes psicológicas humanista e histórico-social han prestado gran atención a la comunicación pedagógica, algo que no ocurre con otras tendencias, que centran sus esfuerzos en las categorías didácticas y los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El estilo de dirección que desarrolla el docente en su actividad, establece las pautas de interacción del mismo con sus estudiantes. De esta interacción se derivan los tres tipos básicos de estilos de dirección asumidos por los profesores.

Las características fundamentales de cada estilo se presentan a continuación: Estilo democrático.

    • Tiene en cuenta las particularidades individuales y la experiencia personal del alumno, sus necesidades y su actividad.
    • Trabaja con el grupo como un todo, sin abandonar el enfoque personal en el tratamiento de los estudiantes.
    • No es estereotipado ni en la conducta ni en los juicios.
    • No es selectivo en los contactos, ni subjetivo en las valoraciones.
    • No es agresivo en las relaciones.
  • Estilo autoritario.
    • Trabaja con la "media" del estudiantado, sin tener en cuenta sus particularidades.
    • Es estereotipado en su conducta y en los juicios que emite.
    • Expresa con intensidad sus reacciones emocionales.
  • Estilo liberal.
    • No atiende a las particularidades individuales de los estudiantes, deja al grupo hacer" de acuerdo con sus criterios y decisiones.
    • No tiende a hacer juicios sobre el trabajo a menos que se le soliciten.
    • No orienta la tarea ni estimula al grupo por los resultados alcanzados.
    • Se muestra indiferente en cuanto a sus reacciones emocionales.

La adopción de un estilo comunicativo que propicie el diálogo, el esfuerzo grupal, la cooperación y el desarrollo pleno de todos los miembros del grupo, conjugando los intereses individuales con los objetivos educativos generales, debe conducir al logro de una mayor eficiencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

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